LAS MAREAS

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Para un observador ocasional la variación más importante del nivel del mar es la debida a las mareas. Se denomina así al descenso y elevación alternativo del nivel del mar que se repite con un período medio de 12,4 horas (ó 24,8 h en algunas regiones).

Es el resultado de la atracción gravitacional sobre la Tierra de la Luna y el Sol y de la aceleración inercial centrífuga debida a los movimientos orbitales de nuestro planeta respecto a esos dos astros. La actuación conjunta de estas aceleraciones da lugar a una variación regular del nivel del agua en el curso de un día.

La atracción gravitacional entre la Tierra y cualquier otro planeta es tan pequeña que resulta inapreciable, y puede ignorarse su efecto sobre las mareas.

las mareasLa marea suele describirse sencillamente como una elevación y descenso periódicos, semidiarios o diarios, del nivel del mar. La mayor altura alcanzada se denomina pleamar, y la menor, bajamar. La semidiferencia entre ambas se llama amplitud de la marea. El ascenso y descenso del mar en determinada zona requiere una entrada de agua en la misma en las horas previas a la pleamar, y una salida en las horas subsiguientes; a estos movimientos del agua, o corrientes mareales, se les denomina flujo (o entrante) y reflujo (o vaciante), respectivamente. Las corrientes mareales pueden ser muy potentes, especialmente en áreas someras de la costa donde las aguas pueden verse constreñidas.

No sólo son distintas las dos pleamares del mismo día lunar, sino que con el paso de los días se experimenta un cambio progresivo de las alturas y amplitudes mareales diarias. Ambas vuelven a repetirse después de transcurrir medio mes lunar. Esta fluctuación constituye la desigualdad semimensual. Durante los plenilunios y novilunios la amplitud de marea es máxima y se habla de mareas vivas; en los cuartos creciente o menguante la amplitud de marea es mínima y se habla de mareas muertas.

La marea es el cambio periódico del nivel del mar producido principalmente por la fuerza de atracción gravitatoria que ejercen el Sol y la Luna sobre la Tierra.
El intervalo medio entre pleamares o bajamares sucesivas es de 12 horas y 25 minutos, aproximadamente. Así, la hora de la pleamar o de la bajamar se retrasa en 50 minutos entre un día y el siguiente. Se percibe en ello una relación con la Luna, pues también esta retrasa diariamente 50 minutos su paso por el meridiano. La duración media de un ciclo de marea corresponde pues a la mitad de un día lunar medio. Las alturas de dos pleamares o bajamares consecutivas son en general distintas; se conoce este fenómeno como desigualdad diurna, y veremos después su relación con la declinación lunar. La desigualdad diurna es a veces tan grande que sólo parece haber una pleamar y una bajamar cada día lunar, en lugar de dos, de ahi que aparezcan mareas mixtas y diurnas.

Todos los cuerpos situados sobre la Tierra sufren, no menos que la propia Tierra, la aceleración debida a la atracción lunar. Esta atracción es mayor en los puntos más próximos a la Luna, y menor en los más alejados. Por otra parte, los cuerpos situados sobre la Tierra experimentan, como hemos discutido, una aceleración adicional de inercia respecto a la misma debida al movimiento excéntrico de la misma. Es la competición entre la aceleración gravitatoria lunar y esta última aceleración centrífuga la que causa los movimientos diferenciados de las masas de agua en regiones distintas del planeta.

Los animales, como el resto de cuerpos que ocupan nuestro planeta, presentan cambios en los patrones de comportamiento como respuesta a factores del ambiente, como muchos de estos factores son cíclicos, la actividad de los animales también, así tenemos formas de actuar que se relacionan con las mareas y el ciclo lunar.

Los comportamientos relacionados a los cambios en las fases de la Luna, además de todo lo anteriormente descrito sobre las mareas, también se ven afectados por los cambios en la calidad de luz que proyecta y en la cantidad de las horas de luz. Los peces también presentan ciclos lunares en su actividad diaria debido a que el efecto de la claridad que proyecta la Luna, inmediatamente después del amanecer y el atardecer, se interpreta como una continuidad del día, por lo que en algunos días se prolonga esta actividad.

Referencias obtenidas de: IIM (Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo) y CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas)

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