Ocentejo es una pequeña villa de la provincia de Guadalajara, que se situa en el comienzo de la Alcarria
Destaca su situación, en el paraje denominado el Hundido de Armallones, por el que discurre el Tajo, entre cortados de hasta 200 mts. de altura.
En este incomparable entorno, podemos encontrar colonias de buitres, nutrias, zorros y jabalíes, que habitan entre pinos, carrascos y álamos.
Por la autovía de Aragón (N-II), nos desviaremos en el km. 103 y tomaremos la N-204 en dirección a Cifuentes, donde cambiaremos a la CM-2021 en dirección a Canredondo. Seguiremos hasta el desvío de Sacecorbo y a 12,5 km. estaremos en nuestro destino, Ocentejo.
Desde el pueblo, junto a la última casa, tomaremos la pista forestal, por la que tendremos que caminar alrededor de 2 km. hasta llegar al río Tajo. Desde este punto, la pista va en paralelo con el río, hasta llegar a las salinas de la Inesperada.
Como información al pescador, diremos que en estas aguas habitan grandes truchas fario, barbos, bogas, gobios y por desgracia, el lucio, más frecuente a medida que pasa el tiempo.
Cucharilla y mosca ahogada son las mejores opciones para la pesca en este tramo del río Tajo. Desde hace dos años está totalmente prohibida la pesca con cebos naturales de origen animal.
Apuntar que los pescadores de mosca seca no encontrarán aquí el mejor entorno para practicar esta modalidad, pues es un río donde abundan los torrentes y se encuentran pocas tablas, y hay que ser un pescador avezado para conseguir resultados. Recomiendo utilizar moscas oliva y marrones (las spent son las más productivas), del 14 como máximo. La sarnosa también es una mosca muy pescadora en estas aguas. Con paciencia y mucha observación de la superficie, se pueden obtener buenas capturas, no en número pero si en tamaño.